Algunos niños tienen un ojo más grande que otro y los padres acuden por este motivo a consulta del Oftalmólogo. Una de las causas posibles de esta situación es el tema que nos ocupa: la Ptosis palpebral o “párpado caído”.
Cuando afecta a los niños, el problema suele aparecer al nacimiento y por eso se denomina “Ptosis Congénita”. Aunque la mayoría de los casos son esporádicos hay casos hereditarios.

¿Cuáles son las causas de un “Párpado caído”?
- La más frecuente es una malformación del músculo encargado de elevar el párpado, Distrofia del Musculo Elevador del Párpado Superior (EPS). Se trata normalmente de un problema aislado sin otras alteraciones asociadas. A nivel histológico se ha observado que el tejido muscular es reemplazado por grasa principalmente.
- Otra posibilidad es una alteración en el nervio que mueve dicho músculo EPS, que es un nervio de gran importancia, originado en la parte media del cerebro (mesencéfalo) y cuyo daño suele ir acompañado de otras alteraciones de los movimientos oculares además de la caída del párpado. Se trataría de una Paresia o Parálisis del III par craneal
- Con menos frecuencia podríamos encontrar como causa de la Ptosis Palpebral otras alteraciones neurológicas como el Síndrome de Horner o enfermedades generales que afecten específicamente a los músculos como la Miastenia Gravis, o la Distrofia Miotónica o errores de la inervación craneal como la Discinesia de Marcus-Gunn o el Síndrome de Duane
¿Qué problemas puede ocasionar la Ptosis Palpebral?
- El primero y más importante es la posible interferencia con la visión al poder tapar la pupila de forma completa o parcial, generando una ambliopía por deprivación que es una situación grave para la visión. Se estima que alrededor de los 27% de los niños con ptosis sufren ambliopía
Por este motivo, siempre deberá descartarse por parte del oftalmólogo dicho problema.
- Defecto refractivo: la cornea deformada por el parpado puede generar un defecto de gafas denominado Astigmatismo que debe tratarse para evitar ojo vago y pérdida de visión, afecta alrededor del 17 % de los casos de ptosis
- Dificultad para el cierre ocular completo
- Alteración de los movimientos oculares, en el caso de que la Ptosis acompañe a síndromes más complejos, con estrabismo.
- Posición anómala de cabeza o tortícolis compensador, elevando la misma para evitar el efecto del párpado caído
- Defecto estético, que debe valorarse por las posibles repercusiones psicosociales que conlleve en el niño.

¿Cómo se trata la Ptosis palpebral?
Existen varias opciones tratamiento que se determinan en función de la gravedad de la ptosis. Desde la simple observación hasta la cirugía, en las distintas técnicas descritas.
- Si la ptosis causas un astigmatismo leve podrá optarse por corregir con lentes el problema
- Si el astigmatismo es muy alto y difícil de corregir debe valorarse la opción quirúrgica
- Si la ptosis origina déficit visual por oclusión del parpado de la pupila la cirugía debe realizarse sin demora
¿Qué tipo de cirugía y cuándo debe realizarse?
Lo ideal es poder posponer la cirugía a edades superiores a los 4 años, monitorizando estrechamente la visión y tratando el error refractivo y la ambliopía asociada. El oftalmólogo tras analizar determinados factores funcionales y anatómicos será quién proponga a los padres el tratamiento más adecuado para el niño.